Laberinto de Quimeras / El Insectario del Dr. Jünger

2014 - 2015

Lourdes Almeida presenta sus cartas credenciales en el arte digital. Tan legítimo como la fotografía, el grabado en metal, madera o linóleo (por mencionar sólo algunos soportes de las artes gráficas, porque si digo artes reproductivas al modo benjaminiano pasaríamos de Las metamorfosis de Ovidio a su Ars amandi), el arte digital adquiere con esta serie un nivel expresivo y estético que en nada desdice aquello que la artista ha logrado por medio de sus polaroids o sus emulsiones de plata/gelatina, propias de las técnicas aplicadas en sus anteriores carpetas. 

Hay insectos que nos son muy queridos: mariposas, libélulas y catarinas, por ejemplo. Luego, hay otros que nos repugnan: moscas, cucarachas. En tanto que hay otros ante los cuales nuestra reacción es ambigua: las abejas y las hormigas, imagen de la tenacidad laboriosa, también nos molestan con su capacidad intrusiva, sobre todo las últimas, en tanto que a las primeras tememos por sus lancetas o aguijones.

En principio estas imágenes remitirían a la misma realidad básica, sin embargo no tienen la misma estructura, porque no están hechos con los mismos materiales y, por lo tanto, no mantienen las mismas relaciones entre sí: en uno la materialidad se manifiesta mediante formas, líneas, superficies, colores con una relación interna que es a la vez espacial y natural, puesto que proviene del mundo de la entomología, mientras que en el otro, la estructura de las imágenes, si bien remiten a realidades sociales de la moda contemporánea y de la vestimenta y estética tradicional japonesas, su composición es producto de un imaginario artístico personal, es decir, social y arbitrario. 

Tal como en el "Jabberwocky" de Lewis Carrol —considerado como uno de los mejores poemas sin sentido escritos en inglés— este "Insectario probable del Dr. Jünger" de Lourdes Almeida es un artificio. Un simulacro en donde, tal como en el poema construido mediante “palabras-maleta” —con una teoría de fusión de significados que Humpty Dumpty expondrá en su momento a Alicia—, en el caso de Lourdes Almeida sus "imágenes-maleta" —al tiempo que tienen una vertiente literaria y plástica—, provienen de una combinación inesperada que provoca nuevas relaciones, si no lógicas, cuando menos sintácticas para constituir un novedoso discurso visual afincado en el nuevo soporte del arte digital. Es decir, presenciamos aquí una tercera estructura, la de un terrario que alberga joyas fantásticas como un escarabajo vuelto broche de lujo que cruzara la nuca hasta alcanzar el oído del espectador y el ojo del lector que por un momento, quizá, se detuvo a leer estas notas sobre Lourdes Almeida y su más reciente creación.

Luis Roberto Vera, mayo de 2015.

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